Perris Montecarlo Santal Du Pacifique

Descripción

Perris Montecarlo Santal Du Pacifique

Las islas del Pacífico son el paraíso, muchas de sus playas vírgenes y habitadas por miles de especies de flora y fauna.
Es naturaleza en estado puro. Es justamente en una de estas tierras lejanas situadas al sur del trópico de Cáncer, entre Asia y Oceanía, donde es originario el Sándalo. Desde allí se exportó y cultivó también en China y Sudamérica donde también crece espontáneamente en las selvas ecuatoriales con climas cálidos y húmedos.

El Sándalo es un árbol de hojas verdes, que pueden llegar a medir hasta 16 metros, y cuyas raíces absorben los nutrientes del resto de árboles: su madera es de color amarillenta dando ese característico olor almizclado. Tiene hojas inversas y pecioladas de forma alargada. Las flores, blancas o amarillentas, florecen en racimos por debajo de la hoja o en la punta de las ramas.

El valioso y aromático aceite de Sándalo se obtiene de la destilación de la parte central del tronco y de las raíces.

El uso de la madera de Sándalo tiene su origen en la India, donde los árboles hoy en día crecen espontáneamente. Su éxito está ligado a la creencia de que el Sándalo tiene el poder de calmar la parte racional de la mente, permitiendo entrar en contacto con los estados más profundos del propio ser. El incienso producido del Sándalo es utilizado también como ayuda a la meditación. Ya en la antigüedad  era utilizado para elaborar instrumentos musicales o como elementos de decoración perfumados sacros o profanos.

En el Budismo se quema como incienso en los ritos religiosos y funerarios, y gracias al Hinduismo se convierte rápidamente en una materia prima muy valiosa para la perfumería como nota de fondo capaz de armonizar la composición.
Su gran éxito ha sido también su pequeña condena, convirtiéndose en una especie en vida de extinción y protegida por la India, no pudiéndose encontrar una calidad natural mejor.

La planta necesita de 20 a 30 años para conseguir madurar y enriquecer el valioso aceite, por ellos las mayores concentraciones no están en las plantas verdes o cortadas recientemente, sino en las plantas muertas, bien secas o aún sin cortar.

Perris Montecarlo Santal du Pacifique

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Más acerca de Perris Montecarlo:

El grupo Perris fue fundado en 1981 en Milán, por el Señor Michele Perris. La sede está situada en Montercarlo, Mónaco desde 1990, por lo tanto la empresa es propiedad de la familia Perris.

La familia siempre ha sentido una gran pasión por las fragancias, de hecho ellos son los propietarios y los perfumistas de la Casa de Houbigant, una de las casas de perfumes más antiguas y destacadas que existen.

La filosofía de la familia Perris es llegar al corazón del perfume, centrando su atención en la calidad de las materias primas.

Las fragancias de Perris son una  auténtica obra de arte de la perfumería, creadas desde el amor, el entusiasmo y su dilatada experiencia.
Materias primas excepcionales y nobles, descubiertas en viajes por todo el mundo y en encuentros de culturas, impregnan las mezclas de esta colección, donde cada una evoca por sí sola, exclusividad, prestigio y elegancia.

“Seleccionamos con primor la fórmula de nuestras creaciones dando prioridad al uso de ingredientes naturales y materias primas de alta calidad” (Michele Perris)